miércoles, noviembre 05, 2008

VIAJE ARGENTINA: DE BUENOS AIRES A CORDOBA

Continuo narrando lo que fue el viaje a la argentina intentare sin extenderme tanto en los detalles contar como fue esta experiencia.

Bueno son las 5 de la mañana cuando la luces se enciende en el avión y el pase de desayunos en el avión me espabila y mientras desayuno veo amanecer en el cielo de Montevideo y el río de plata nos prepara para el aterrizaje en Buenos Aires.

Aterrizaje tranquilo y con un papel que nos habían entregado anteriormente me dispongo a pasar el correspondiente control d frontera que me recuerda que en soy yo el invitado. Una ver sellado y preparándome para agarrar las maletas últimos consejos y un gesto de la señora que hable en el articulo anterior a darme su numero de teléfono: “si tienes algún problema en Buenos Aires no dudes en llamarme”. Aun no sabe lo agradecido que estoy por ese lindo ofrecimiento.

De del aeropuerto al aeroparque en los buses de Tiendas León y una ver en el aeroparque mi primer desayuno como dios manda y mi primer contacto con los pesos; lo primero que haces nada mas ver la lista de precios es pensar en los euros y claro un café a 4 euros es algo que espanta menos mal que eran 4 pesos y con tanto billete parecía que jugaba al monopolis.

A la hora prevista salio mi avión hacia Córdoba y los últimos nervios mezclados con un estado de agotamiento y desorientación se mantiene hasta que llegado a Córdoba veo por la puerta llegar Belén y Vanesa y con un abrazo todos el estado de nervios se trasforma en alegría. Por fin 14: 30 horas y después de 28 horas desde que salí del piso de bcn llegaba al piso de Vane y con el a mi destino final.

Esa tarde la pase contando como había ido el viaje, organizándome, solucionando un pequeño problemita en la maleta y después de una necesaria ducha paseando por Córdoba con Aston y Belén y tomando unas birras hasta que llego la noche y después de unas ricas milanesas y despues de cenar, todos se fueron a tomar unas cervezas pero este servidor se fue a dormir en ese gran invento que es los colchones inflables.
Lo ultimo que dije: “Karen por mi no te preocupes que no me moletas” no le dio tiempo ni a contestar había llegado a mi destino y ahora tocaba recuperar fuerzas que mañana será otro día.

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